Contra las aves llamadas albatros
Imprescindible Iliria con afluentes
Acudí en socorro del abuelo etéreo
Impreso en los muros incipientes
De Troya vendando el dedo herido
Como se viste una mujer extrema
El oráculo protesta acaso enojado
Desde la calma de la enojada luna
Que en V y VI rapsodia de la Ilíada
Acomete una odisea más inocente
No se quede Helena extravagante
En la inopia del estremecimiento
Y si queda que retumbe aguacero
A finales del deseo insoportable
Yo prohibiría la necesidad de leer
La infamia nacida para dañarme
A este loco buey entre inmortales
Que decidió vivir en una estrella

